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miércoles, 6 de marzo de 2013

LA MITOLOGIA Y LA REALIDAD




El chavismo sin Chávez arrancó violando la constitución de fondo y de forma. El fondo lo constituye sus preceptos que dictamina el articulo 233 y de forma cuando el ministro de la defensa en un programa televisivo lee textualmente el último mensaje del presidente al país. Indicando que el candidato que lo reemplazará es el señor Maduro, como si en este país lo que dice un gobernante que va a correr riesgo de muerte por enfermedad deja un testamento al estilo de poder MONÁRQUICO. Esta coyuntura es similar a la praxis de los gobernantes de países democráticos que violan sus constituciones al estilo de la dictadura cubana que son violadas por efecto vandálico.
La diatriba no es que el Sr. Maduro sea o no encargado de la presidencia, lo relevante es que el parlamento como  poder legislativo del país  es el órgano que le corresponde dictaminar los pasos a seguir, no se ha reunido para tal fin.  En política lo que parece ser es ..  si los estudiantes y la sociedad civil opositora no asoma las garras en la manifestación que impactó  a chavistas  que  pensaban igual por el efecto del eslogan “DONDE ESTÁ CHAVEZ” estos lo asumieron en forma pasiva y muchos de ellos se sintieron interpretados por los estudiantes. Si después de las exequias fúnebres la Asamblea Nacional no da respuesta a la violación constitucional y su presidente no se encarga del poder ejecutivo como lo establece la constitución, el futuro escenario electoral se iniciará y dará la primera señal de ventajismo violando la constitución.
Si el CNE por la emergencia no es renovado por la asamblea Nacional por vencimiento de su periodo entonces estamos hablando de un escenario donde la confianza no es absoluta para partidarios del gobierno y de la oposición por el rechazo que tiene ese organismo en el conglomerado electoral.
Podemos advertir que pasaremos de la incertidumbre que se creó con la misteriosa convalecencia a un evento donde los herederos del régimen traspasarán con bayoneta la constitución.
En Venezuela se vislumbra un radicalismo inédito donde el poder ejecutará sus acciones con la orientación estratégica  del “Arte de la Guerra” frente a una oposición fácilmente manipulable, no porque los que piensan diferente al gobierno sean unos cobardes sino porque las decisiones trascendentes del cuerpo opositor siempre estarán en manos de un individuo que ve al país bajo la óptica de su edad y sus intereses grupales.

Jesús Israel Fernandez
07/03/13