A partir del 05 de enero Venezuela entra en la ruta
del colapso económico, si la Asamblea Nacional declara materia urgente el
diagnostico de la situación financiera del Banco Central de Venezuela, PDVSA, EL SENIAT, la banca nacionalizada o expropiada
y lo más importante hacerle un
seguimiento global a los precios del petróleo para anticipar cuando llegaremos
al precio mínimo del precio del crudo. Dos escenarios como alternativa a la quiebra del
estado. El primero está ampliamente observado por especialistas y expertos en
materia petrolera y económica, sin embargo, una probabilidad es la opinión autorizada
y otra es la que encontrará la comisión de la A. N. que tendrá en sus manos "los números" las verdaderas estadísticas del panorama monetario, El Oro, bonos y otros
instrumentos, el destino de la recaudación impositiva. Esta comisión tendría en
sus manos los documentos oficiales para informarle al pueblo de Venezuela la
gravedad mínima, la gravedad media y lo probable: una gravedad crítica
que al sumarle lo que diagnostique la comisión que le haga el seguimiento
internacional a los precios petroleros, tendríamos como resultado la fecha
probable del colapso. En el segundo escenario a la asamblea nacional solo le quedaría
dos alternativas. La primera: tomar la decisión de renovar todos los poderes públicos
convocando una Asamblea Nacional Constituyente o activar un Referéndum Revocatorio.
La segunda alternativa: inmolarse con el régimen tratando de resolver el
problema económico político y social del régimen, propuesta que no se ha divulgado por parte de la Oposición Democrática M.U.D. No debe existir duda que el pueblo venezolano votó por
un cambio ante la corrupción, la ineficiencia y el fracaso de un gobierno que
demuestra una debilidad de liderazgo, acorralado y sin un plan alternativo. La terminal crisis estructural y sistémica en vía a la peor catástrofe Social, Política Y Económica que les llevará directamente al inexpugnable hoyo negro. QUE NO distinguirá entre oposición y gobierno. El hoyo negro ha de engullirse a justos, por
tratar de salvar lo insalvable y a pecadores, por razones de justicia.