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miércoles, 20 de marzo de 2013

LA GUERRA Y LA PAZ



En Venezuela, el arte de la guerra es la forma de hacer política, antes del flagelo del terrorismo, la política es la extensión de la guerra en periodo de paz. Donde se planifique un conflicto convencional o extraordinario político o de orden militar, estas doctrinas de aplicaciones flexibles o rigurosas con los recursos disponibles se implementan en tiempo y espacio, la inteligencia anticipa acciones y se elaboran hipotéticos escenarios antes, durante y después del evento, en lugar y tiempo. Previo a lo inevitable se avanza en una estrategia de acondicionar el terreno para obtener posiciones y crear el ambiente Psicológico interno y externo para implementar EL ENGAÑO, lo demás es arquitectura y política de bajo fondo.
Con el advenimiento del militarismo en democracia en Venezuela, la politica cambió su metodología convencional y desde el estado se aplican enfoques, ensayos y programas para crear escenarios ficticios para para desviar al adversario de sus objetivos para debilitar sus ventajas y fortalezas.
La oposición se ha preparado para actuar en la mayoría de los eventos fuera del contexto lógico de los métodos que le dificultan crear escenarios conforme al diagnostico del adversario, su actuación es lineal apegada a las reglas invisibles del gobierno, su actuación es predecible y algunas veces torpe y equivocada, el poder del discurso esta disperso y quienes lo expresan no son los verdaderos conductores de masas aun se queda corto en la radicalización de sus seguidores, cuando el discurso del diagnostico debe ser exclusividad del candidato que en quien recae el liderazgo.
La popular guerra sucia será siempre planificada, ordenada y ejecutada por quienes detentan el poder: siempre ha sido una praxis en Latinoamérica,  pretender la hegemonía en las comunicaciones y la desviación de recursos públicos que implican peculado de uso y no  existe ningún cuestionamiento ni obstáculos para los planes políticos, la Constitución y las Leyes el objetivo supremo es mantener el Poder y para tal fin pudieran alterarse hasta números, el alfabeto y la ley de gravedad.
En los estados latinoamericanos el Militarismo Real, ha derivado en partidos militaristas, con razón sus adeptos se les denominan “militante” a excepción de los partidos comunistas que se denominan “camaradas” o compatriotas. Los civiles organizados en partidos políticos, se rigen por sus preceptos doctrinarios y por los factores que se originan por efecto de la economía, el descontento social, la ineficacia de las políticas del estado y su perfil de conflictos ocasionado por la descomposición social, el grado de estabilidad (violencia y pasivo social) y el descontento agudo.
El lenguaje que es el principio del fin que han utilizado durante una década en Venezuela donde han elaborado minuciosamente un discurso que se desarrolla desde el simbolismo, sincretismo y oratoria al concepto, desde la señal a la acción se inoculan perversidades y miedo los adversarios (que lo identifican claramente como enemigos), para crear odio a los camaradas y la mentira es reproducida como un guión general para aplicar un modelo para el enfrentamiento político.
Los mensajes complementarios que crea impacto en la sociedad (hoy agotado) como el Magnicidio al adversario o al aliado, para disminuir la Moral y la Ética introducen el rumor y afirmaciones, noticias falsas de los contrarios para afiliarlos a los adversarios históricos o circunstánciales de su seguidores y aliados…conclusión una dinámica para llegar a fijar en los adversarios (enemigos) debilidades ficticias, romperle la moral, aterrorizarlo y paralizarlo.
Esta praxis que la conocemos como Terrorismo de Estado, su aplicación disfrazada requiere de un líder fundamentalista que la exprese con vehemencia, odio y desprecio.
Enfrentar esta plataforma que esta aplicando el estado, puede alterar la pasividad y voluntad de los ciudadanos y desbordarían pasiones entre hermanos, reduce el ánimo y la autoridad trata de imponer por la vía que sea el agotado modelo y el recurso último apunta a la utilización del fraude como alternativa ultima. “Guerra avisada no mata soldado” y desmontar estrategias y modelo de este sistema, requiere inteligencia, audacia y un discurso progresivo único para develar la verdad de la mentira, la fachada de la descomposición y la alegría de la tristeza colectiva…



Jesus Israel Fernandez G.