Venezuela está llegando al límite de soportar a un
gobierno que no gobierna y esta por iniciar un proceso que estaría por encima
de la Ley, La Moral y La Ética expresada en su Constitución.
En caso de que fuese posible que se le otorgue a quien
dirige el gobierno una ley habilitante para legislar desde el Ejecutivo, la República
correría el riesgo que estos estatutos legales elaborados con el fin de ajustar
más el control social y económico, mayores impuestos y conformar estructuras de
gobierno para verticalizar el poder y gobernar para destruir, perseguir y
eliminar la disidencia opositora que ha pasado a ser mayoría en todo el
territorio nacional.
Esta corporación comunista operaría por “Razón de
Estado” llegando al paroxismo para justificar cualquier exceso legal contra la oposición
y sus adeptos.
Este atajo de delincuentes quienes hacen de la
Constitución una referencia para incautos y de quienes aún creen que ha pasado
lo peor de este régimen y que además expresan sus opiniones como si el
interlocutor razonara sobre la crisis nacional, ha puesto en dificultad y
estabilidad a sectores fundamentales del país que no estaban observando los
detalles del gran fraude que se ha constituido este régimen.
El impasse de la solicitud de poderes especiales para
poder seguir gobernando a través de una Ley habilitante si es que algún
opositor apoyase este absurdo para crear las leyes en contra de la sociedad
venezolana, será un precedente que puede ser el principio de un conflicto
creado desde una sala situacional que esta olfateando no solamente la perdida
de las próximas elecciones, sino también el gran malestar general por el colapso económico,
la división nacional del oficialismo y el alejamiento de miles de militantes
del oficialismo, que han perdido la conexión con el Socialismo del siglo XXI.
La Razón de Estado que pudiera poner en marcha esta cúpula
que ha estafado la República, estaría en conexión con el fraude económico, la venta
por deuda de PDVSA, la entrega de espacio territorial, incluso aprobar una ley
para participar en apoyos militares a regímenes criminales como el de Siria y
privar de libertad a los ciudadanos sin el debido proceso.
El resto del país, aún sin percatarse de tamaña
incursión de estos simios, que cada día van creciendo en tamaño para gobernar e
imponer su ley y su razón a “Martillazos” y apretar más los nudos para terminar
de asfixiar la libertad y la democracia.
Jesús Israel Fernández G.