Jamás se pensó que este gobierno alcanzaría hacer un régimen policiaco y experto en aplicar el terrorismo de estado sin el menor escrúpulo. Pero además de eso aplica una psicología de guerra para tomar las decisiones que le afectan.
La devaluación en carnaval posterior al 4F fue bien pensada pero al final tiene el mismo efecto. Pareciera que tienen razón cuando dicen que “Yo soy Chávez” o “ Chávez somos todos” todos están tan enfermos que no se dan cuenta que el barco se quedó sin capitán y en aguas turbulentas los asesores que deben estar siendo bien remunerados ante tanta insensatez se olvidaron de la máxima que aconseja “ No atacar al enemigo sin haberle declarado la guerra” Este esquema es un signo de mala estrategia militar, perseguir y doblegar al Enemigo (adversario) , para someterlo a los nuevos designios del estado, es aún más que un equívoco y por último amenazar para debilitarlo sin razón anexando territorio ( Estados en manos de la oposición) y corruptos parlamentarios aliados es el mayor signo de decadencia debilidad y descomposición que atenta contra el régimen .
Todo este andamiaje para crear una mayoría parlamentaria, para lograr una hegemonía en el consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia.
Jesus Israel Fernandez G.
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