La genuina generación de relevo en Venezuela se ha
hecho manifiesto en la insurrección popular en proceso y seguirá en ascenso cuando
la desobediencia civil generalizada que se incuba por efecto de la crisis
económica y el desabastecimiento agudo y prolongado, “El Madurazo” como le
llaman en los sectores populares está a punto de salir a las calles sin
retorno.
El régimen venezolano y sus aliados internos y
externos desataron una guerra encubierta desde que asumieron el poder para
implantar el terror y así gobernar sin escrúpulos, malversar la renta petrolera
y financiar a la izquierda continental con los llamados Círculos Bolivarianos
que hoy se expresan como colectivos armados donde medran asesinos, terroristas
y narcos con “Patente de Corso”.
Esta estrategia diseñada y dirigida desde la Habana
donde se ha sumado el moribundo Lula D´Silva, es el grupo siniestro y autores
intelectuales de la matanza en Venezuela, los cuales hay que denunciar
contundentemente para que no sigan avanzando si no se les pone freno con
urgencia.
Este escenario en Venezuela llegó para algunos quienes
dirigen la oposición de estar o favor o en contra, por un lado el gobierno
perdió su liderazgo en amplios sectores populares del país y por el otro lado
el liderazgo opositor convencional perdió su sustento popular y estudiantil (actualmente independiente),
negándose a salir de su esquema electorero y pasar a una estrategia de lucha
contra el régimen, en consecuencia también se han desconectado del sector
social y han entrado en una crisis lamentable donde la irresponsabilidad y el
miedo a asumir su rol histórico, les ha ocasionado una movilidad entre los
partidos más aceptados por la sociedad opositora para camuflarse y seguir
medrando entre la complicidad, la complacencia y la traición al pueblo en su rebeldía.
Quien se acerque al régimen son y serán cómplices y al
unísono quedaran manchados de la sangre de los valientes y heroicos estudiantes
que han desestabilizado a un régimen inmerso en crimines de Lesa humanidad.
Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio
Ledezma, entre otros, no solamente están del lado correcto de la historia. Sino
que hoy están liderando a casi el setenta (70 %) de los Venezolanos que le han
dado la espalda al régimen y a sus aliados opositores. Acaso se equivocó
Capriles al preguntar “Quien dio la orden de sacar (echar) los estudiantes a la
calle? O se equivocó el régimen al subestimar su inestabilidad y provocó una
primera muerte dirigida, manipulada y rechazada por sus milicias, al dar la
orden de “quebrar un militante del gobierno para culpar a la oposición”, para
iniciar la guerra en contra de los estudiantes opositores, ambos equivocados,
no les queda otro camino que sustentarse mutuamente en una complicidad asesina,
para que continúe Leopoldo en la cárcel y los colectivos armados sigan haciendo
su trabajo con la aprobación del gobierno.
La duda nacional es si los dirigentes opositores y el
régimen que hoy son la minoría que siempre han sido, seguirán manipulando sus
acólitos de lado y lado, a estas alturas del conflicto, se les ha caído el
telón.
Si el régimen perdió la calle por inhumano y la MUD
perdió su liderazgo, calmar las aguas es un serrucho a la maltrecha mesa.
A los “caga tinta de la oposición” déjense de tanta
literatura barata de cuentos de las historias estudiantiles universal y
nacional y salgan a acompañarlos porque la historia se construye en el presente
y en la calle… El régimen lo ha decretado “estas a favor o en contra” la peor
definición contra la paz.
Jesús Israel Fernández G.
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