La obsesión es una enfermedad mental que se apodera de
la conciencia humana y domina a la persona que la sufre.
La epopeya del libertador Simón Bolívar ha sido
investigada a tal profundidad que siempre de acuerdo al autor o su mentor de
turno la interpretación de su legado histórico, regresa con fuerza mitológica a
la realidad de nuestros días.
En Venezuela dos personajes del siglo pasado
padecieron de delirios de grandeza al creerse ungidos por el espíritu del
Libertador, a tal punto que sus hazañas en batalla eran comparadas con el drama
guerrerista del Libertador. Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, este ultimo
sus aláteres mantuvieron en secreto la verdadera fecha de muerte para
anunciarla el 17/12/1935, para que coincidiera con el día y el mes de la muerte
del Libertador y completar su mito, porque además se asume que nació el día y
el mes que nació el padre de la Patria. Anhelando ser un perfecto Siamés
bolivariano.
El tercero fue Hugo Chávez, personaje obsesivo sobre
expuesto a todas las interpretaciones de historiadores, poetas y filósofos que
han dedicado letras al Libertador que junto al dictador de Cuba quien
mimetizado con la historicidad venezolana, impulsó la llamada Doctrina Socialista
Bolivariana, cuando el Comunismo inviable terminó de arruinar la isla
convirtiéndola en un modelo de esclavismo moderno, donde no hay libertad y se
aprecia una subversiva descomposición social, sin embargo este mortal caribeño
se dedicó a ser el maestro del sabaneteño que andaba en una propuesta de
Democracia Participativa y protagónica y lo convirtió en un sumiso discípulo
para encausarlo en su proyección personal, en su mitología obsesiva y adherirlo
a su pseuda religión vinculada al FAUSTISMO, complementado con la mitología
Congo africana, así logra su extensión y proyección para multiplicarse en un
hombre que en su manos amasó la posibilidad de hacer mucho más por su pueblo,
pero el objetivo era la satisfacción mitológica del maestro para conducir al
infausto venezolano a lo absurdo de su paso por la vida.
Dos seres antagónicos y semejantes a la vez, uno que
odia a los militares que se forman para defender la paz, la soberanía física y
social y la constitución y el otro que ampara, propicia y fortalece la
violencia contra lo establecido. Ambos “Bolivarianos” uno a punto de morir (hoy
difunto) y el otro enfermo casi terminal, escenario propicio para indagar el
lugar de reposo de unas muertes inevitables, pero estos personajes obsesivos han
aprovechado fácilmente la debilidad de quienes deben guardar respeto y solemnidad
por nuestros héroes, han permitido y permiten ofensas a nuestros líderes de la
independencia y han aceptado no se sabe hasta que punto, improperios contra
José Antonio Páez, el mas valiosos de nuestros llaneros, pero lo que no tiene parangón
en este aciago momento es haber profanado la tumba de nuestro Libertador, quien
sabe con que propósito oscuro y la gran pregunta para esta gran conspiración: ¿Donde
están los restos verdaderos del más grande hombre de América y del expresidente?
Q.E.P.D. Cinco personajes están ligados a ésta incógnita: Bolívar, Martí, El
Ché, Fidel y ahora Chávez y es probable y perfectamente factible el proyecto de
estar juntos en el mismo lugar para la posteridad, el propósito es crear el
lugar de inspiración de los futuros obsesivos líderes políticos, lugar de
peregrinación y sumisión para tomar juramento para romper las cadenas de
sometimiento de los pueblos que deben luchar por un mundo oscuro y violento.
Ante esta mitología enfermiza, nada tiene de excepcional que los venezolanos
estén alumbrando una representación equivocada, burlándose de la orfandad y la
buena voluntad de algunos venezolanos.
Cuando la fuerza del rumor, esta famosa palabra que en
nuestra vida es la causante de la mentalidad del realismo mágico y la fantasía
mitológica que muchos de nosotros padecemos,
su principio se inoculará dando origen a al síndrome obsesivo y esta
obsesión creará el rumor, este es el mito y así se construirá el santuario para
la posteridad. “Aquí están (estarán) los héroes latinoamericanos” de los
pueblos que se niegan al sacrificio de reconstruirse por efectos de la
megalomanía de sus líderes.
Esta conspiración hipotética contra el héroe de la
patria es posible y siempre será sospechosa la exhumación y el destino de sus
restos. La verdad conoce tanto a la mentira que cuando se le presenta metamorfoseada
frente a frente, ésta sucumbe ante la historia.
Jesús Israel Fernández G.